¿Por qué elegir entre la calidad o la cantidad cuando se puede tener ambas cosas?
Recibir un mensaje de texto de su médico confirmado una intervención quirúrgica, u otro sobre la apertura de facturación on line por parte de la compañía de vuelo con la que va a viajar próximamente, es una forma de comunicación totalmente aceptable para un negocio o servicio público, de cara a la comunicación con sus clientes.
En términos generales, el consumidor se sentirá cómodo si recibe un SMS si así lo ha autorizado previamente. Además, el SMS está ganando impulso como la forma preferida de comunicación para clientes – dadas las altas tasas de apertura y de respuesta – y está cerca de superar el correo electrónico como forma favorita de comunicación empresarial, lo cual demuestra cómo esta manera de recibir información es altamente valorada por el usuario.
Este método masivo de comunicación por parte de la marcas, organizaciones y empresas se conoce como “Bulk SMS”, “Business SMS, “Notificaciones SMS push” o, para darle un significado más técnico “A2P messaging “ (Application to Person o mensajería desde una aplicación informática al usuario final.
En pocas palabras, esta forma de comunicación, es capaz de enviar el mensaje correcto a la persona adecuada, en el momento justo, e igualmente de forma masiva hacerlo a una gran base de clientes en cualquier parte del mundo. Como se puede imaginar, el envío de estos mensajes de forma masiva, puede suponer un gran coste y dejar mucho que desear en términos de calidad cuando se utiliza el envío P2P (Servicio de texto tradicional de persona a persona) – el cual no ha sido diseñado para enviar mensajes comerciales de texto en masa.
Por ello las marcas y las organizaciones comenzaron a trabajar con los proveedores de mensajería masiva o agregadores, como se les conoce más comúnmente, para beneficiarse de los precios más bajos que estos pueden ofrecer.
Sin embargo, el problema surge cuando dichos agregadores hacen uso de otras rutas, conocidas como rutas grises, para el envío de mensajes. Estas rutas “grises” suelen ser rutas internacionales que están fuera del curso ordinario de las compañías con licencia de telecomunicaciones en cada país. De esta manera, los agregadores aumentan su eficiencia en costes enviando grandes cantidades de mensajes SMS por menos. La parte “gris” de la ruta se encuentra por lo general en el extremo receptor, donde el mensaje termina su recorrido en la red de un operador. Por ejemplo, el mensaje parece a menudo como si se hubiese originado localmente pero se envía a través de un operador extranjero. En ocasiones, los agregadores hacen uso de operadoras internacionales cuyo coste de envío de mensajes es prácticamente nulo o 0, debido a que las empresas de telecomunicaciones tradicionalmente no cobrar por el tráfico de entrada esperando que el gasto se compense cuando el destinatario responda o porque no se facturan ciertas rutas de tráfico internacional que normalmente llevan poco volumen.
Adicionalmente, hay además organizaciones que crean un verdadero negocio fraudulento gracias a las SIM FARMS. Las SIM FARMS son bancos de dispositivos móviles que contienen tarjetas SIM, y que se conectan a las redes como los teléfonos móviles. Suelen ser tarjetas prepago, con ofertas de SMS ilimitados y comúnmente asociados con remitentes de SPAM.
De ahí la explicación de que nos lleguen estos mensajes tan molestos “¡Enhorabuena! Usted acaba de ganar un iPhone ” o ” ¿Ha tenido un accidente? ENVÍE AYUDA al xxxx “. Estos mensajes no sólo obstruyen redes y molestan a los clientes, también suponen un coste a los operadores, a causa de los precios de interconexión cuando se entregan mensajes fuera de la red propia.
Como es de suponer, estas prácticas violan los términos y condiciones de las redes de telefonía, y esto les obliga a estas últimas a bloquear esas tarjetas. Pero si estas organizaciones se las arreglan para seguir operando, no hay que dejar de tener en cuenta algo muy importante: las tarjeta SIM se limitan a 1 mensaje por segundo, por lo que la entrega de un mensaje urgente a veces puede suponer horas. Las consecuencias pueden ir desde la pérdida de la eficiencia y/o reputación empresarial hasta una posible catástrofe humanitaria.
Prueba de ello es lo que ocurrió en 2012, tras una serie de inundaciones catastróficas en Río de Janeiro y otras cuidades cercanas. En medio de la conmoción, el Gobierno de Río contrató rápidamente una compañía de envío de SMS para advertir a los residentes a través de alertas de emergencia. Lo malo es que el proveedor decidió utilizar SIM FARMS. La consecuencia fue devastadora: no todos los mensajes llegaron a tiempo y muchas personas no pudieron salvar sus vidas.
Otro ejemplo, esta vez, exitoso, se produce dentro del Servicio de Ambulancias de Gales, el cual utiliza actualmente un servicio BULK SMS que permite ponerse en contacto con los voluntarios capacitados, que puedan llegar al lugar del accidente más rápido que las propias ambulancias. En algunos casos, que alguien pueda llegar a tiempo y sea capaz de enviar una evaluación a los médicos podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo, la solución a esto no es fácil y bloqueando SIM FARMS se ha provocado el bloqueo del tráfico a socios estratégicos y agregadores de confianza por parte de las operadoras.
Ha de encontrarse una alternativa, y aunque el “proceso de limpieza” se encuentra todavía en sus inicios, organizaciones como el Mobile Ecosystem Forum (MEF) con los que Telefónica colabora, está trabajando para concienciar a la industria y hacer frente a estos abusos de mensajería. Rimma Perelmuter CEO de MEF dijo: “la concienciación de la Industria de esta compleja cuestión, junto con la transparencia y el fomento de la confianza del consumidor son vitales para asegurar que el negocio de mensajería masiva pueda desarrollar todo su potencial. MEF y sus miembros están creando conciencia de este problema crítico de negocio con el fin de proteger a los “juadores legítimos” del ecosistema. ” Desde la perspectiva de Telefónica, podría significar que los precios de SMS tendrían que elevarse lo suficiente para que las empresas de telecomunicaciones pueden ayudar a la policía a controlar las redes. Con la reputación, la seguridad y la privacidad en la cuerda floja, merecerá la pena invertir cantidades algo mayores en estos servicios, pero sin tener que elegir entre calidad y cantidad.
El poder de la era móvil reside en nuestra capacidad para llegar a cualquiera de los 6 mil millones de personas de una manera rápida, fiable, segura y asequible, independientemente de dónde se encuentren. Y el SMS sigue siendo el único canal que hace posible esto, pero requiere que los que intervienen en el ecosistema actúen con responsabilidad.
En el futuro, veremos cómo se desarrolla este negocio, alineándose como nuestra forma de vida digital y conectada constantemente. La naturaleza simple y efectiva de un mensaje de texto realiza un papel esencial en las actualizaciones de los clientes, las alertas y la construcción de relaciones, pero pronto podría se irá un paso más allá para incluir mensajes de video masivos. En la era de OTT y LTE, la fusión con la capa digital será el siguiente paso lógico con más retos por superar, pero también mayores oportunidades.
Para acabar con otro ejemplo,, Uber y Airbnb ya están haciendo combinaciones de SMS y voz, creando un servicio digital inteligente que prioriza el contexto – la verdadera esencia del BULK SMS.
Información tomada de Think Big