Un estudio publicado en la revista PLOS One muestra que la actividad cerebral serviría para predecir las emociones negativas que siente una persona.
En la nueva película de Pixar, las emociones cobran una especial relevancia. Inside Out nos permite viajar al interior del cerebro de la pequeña Riley, humanizando las diferentes emociones (alegría, tristeza, ira, miedo y asco) y mostrando cómo afectan a nuestros comportamientos cotidianos.
Las emociones nos permiten también relacionarnos con los demás. Según explican desde la Universidad de Valencia, nos ayudan a “ejecutar con eficacia las reacciones conductuales apropiadas”. A día de hoy, la psicología reconoce tres funciones principales a la emoción: la adaptación, la motivación y las relaciones sociales. Incluso las emociones que nos pueden parecer a priori desagradables, nos permiten lograr un cierto “ajuste personal” y son clave en la adaptación social.
Una firma para predecir emociones negativas
¿Pero podemos adivinar las emociones del otro? Si a menudo nos cuesta percibir qué sentimos nosotros mismos, resulta todavía más difícil entender lo que pasa por la cabeza de terceros. Un nuevo estudio, publicado en la revista PLOS One, muestra que podemos predecir las emociones gracias a la actividad de nuestro cerebro.
En la investigación realizada por científicos del Dartmouth College, comprobaron que existían una “firma” neural característica que ayuda a estimar con un 90% de eficacia las emociones que siente una persona. Como explicó Luke Chang, “las emociones juegan un papel central en nuestra vida diaria, pero no sabemos exactamente cómo son procesadas por el cerebro”.
El equipo de Chang reclutó a 182 personas para participar en el estudio, y les mostró imágenes negativas y neutrales. Utilizando técnicas de neuroimagen, los científicos fueron capaces de detectar una “firma” de emociones negativas en la actividad cerebral de los voluntarios.
Este patrón característico se observó en regiones como la corteza y la subcorteza del cerebro. Al presentar las fotografías neutrales y negativas a los participantes, los investigadores observaron un marcador neurofisiológico para las emociones inducidas por imágenes relacionadas con violencia, agresiones y odio. Es decir, las percepciones negativas quedaban de algún modo señaladas en la actividad cerebral de los participantes.
Gracias a este trabajo, los científicos han comprobado cómo las técnicas de neuroimagen son capaces de determinar de manera precisa una emoción negativa estudiando la actividad cerebral. A pesar de lo difícil que resulta predecir cómo se siente otra persona, este estudio muestra que podría haber una “firma neural” o “marcador” que nos indique que alguien está percibiendo emociones negativas en un determinado momento.
Información tomada de Think Big